¡Hola Chile, Chao Paipita!

Luego de mucho tiempo de planeación y espera, estamos de viaje. Volamos a Santiago, tomamos un bus hasta Valdivia, y desde ahí empezamos a pedalear rumbo al sur por la península de la Patagonia. Primer cruce de Los Andes hacia Argentina y primeras sensaciones de este viaje austral.

Proyecto Primavera Cero: La Patagonia en Bicicleta.

Dieciocho meses atrás, durante una mañana de domingo, visualizamos con emoción y expectativa nuestro futuro y decidimos que iríamos a la Patagonia con nuestras bicicletas. Para entonces el plano financiero se visualizaba como el más crítico, así que pactamos una cuota de ahorro mensual y desde ese momento empezamos a considerar con mayor atención cada gasto y cada peso. Luego de un año nos mudamos a una ciudad pequeña y tranquila donde pudimos rebajar aún más el costo de vida, hicimos rendir más el tiempo, y sobre todo tuvimos la oportunidad de acceder de manera más expedita a las montañas para hacernos fuertes e invocar la sintonía del viaje. Desde el principio le pusimos nombre a nuestro proyecto: Primavera Cero, inspirados por la canción de Soda Stereo y por la congruencia entre la temporada del año en la que iríamos a Patagonia y la alta probabilidad de encontrar temperaturas por debajo de los cero grados celsius.

BoyacaBikepacking
Lago de Tota. Boyacá, Colombia.

Dejar atrás Bogotá, a sus 8 millones de habitantes y 36 años de afincada costumbre, y movernos a Paipa, un municipio de diez mil pobladores, supuso un cambio exótico pero totalmente satisfactorio y acertado. A la par de estas maniobras, tomamos otras decisiones importantes como recalcular nuestras expectativas profesionales y personales, pues en nuestro contexto socioeconómico dejar el trabajo para irse a buscar una aventura es un exabrupto que el sistema no valorará con elogios en nuestro futuro curriculum. Pero en medio de tantos cambios, había una inmensa sensación de tranquilidad y armonía al estar siguiendo los susurros tranquilos y firmes de nuestra conciencia.

BoyacaBikepacking

Permiso para aterrizar

Dieciocho meses después estábamos la madrugada del 3 de octubre en el Aeropuerto Internacional El Dorado en Bogotá, con dos cajas de cartón extradimensionadas, una tula de vinilo y dos boletos de ida a Santiago de Chile. Aunque la línea de deseo del viaje tenía origen en Argentina, el costo del pasaje a Buenos Aires o Mendoza era casi el triple. 

El primer obstáculo de la aventura estaba muy cerca en el proceso de check-in; tanto a las aerolíneas como a las autoridades migratorias no les convence que algunas personas compremos solo el tiquete de salida del país y nos vayamos a aventurar con nuestro futuro, por lo cual exigen un tiquete de regreso que demuestre que volveremos a nuestra patria y que no engrosaremos las cifras de migrantes ilegales. En el buen sentido de la palabra “hecha la ley, hecha la trampa”; y a través de la plataforma Onwardticket.com adquirimos por 15 dólares una reserva de viaje de regreso. Tal y como suena, este servicio consiste en un documento que prueba la reserva en un vuelo real, la cual está activa durante 48 horas, tiempo suficiente para complacer a la burocracia y lograr pasar a bordo. El costo del transporte de cada bicicleta fue de 125 dólares. Es importante reforzar los ojales o manijas de las cajas con cinta pegante pues en nuestro caso llegaron rotas a destino; es hasta lógico que el personal que sube el equipaje a los aviones tire de ellas con fuerza.

ChileBikepacking
Catalina Melo
ChileBikepacking
Jose Pacheco

Aterrizamos en Santiago de Chile, donde nuestra amiga Jerónima y su familia nos hospedaron y nos alimentaron por un par de días. Luego continuamos nuestro viaje motorizado en autobús hasta la ciudad de Valdivia donde habíamos pactado el inicio de nuestra travesía ciclística. El transporte de las bicicletas en autobús es todo un tema, tanto en Chile como en Argentina. Ninguna empresa nos garantizaba el transporte de las bicicletas (seguían empacadas en cajas), pues esto dependía de la capacidad de la bodega del vehículo, y la prioridad era el equipaje personal de los pasajeros. Por esto, no compramos ningún boleto por internet y fuimos en persona a la terminal de buses. Allí sucedió lo mismo, hasta que uno de los encargados del cargue de vehículos observó desde lejos la situación y vino en nuestro rescate. Este personaje, de orígen venezolano, seguramente sintió empatía con nuestro acento norteño y nos sugirió que estuviéramos de primeros en la fila de abordaje, conversó con el chofer y ayudante del bus sobre nuestra situación y todo quedó acordado. Al parecer las formalidades y protocolos de oficina son unos y la realidad en la plataforma es otra; cada tripulación (conductor y ayudante) son los que administran la operación y es con ellos con quién se debe conversar.

Ciudad de Valdivia, Chile

un prólogo por la selva valdiviana

Valdivia es una ciudad muy amable, nos sorprendió la cultura de los conductores quienes exageraban en gentileza para darle el paso a peatones y ciclistas (como te extrañamos Bogotá), y al ser un epicentro universitario abunda la gente jóven y la energía fresca y relajada. Desde allí realizamos un recorrido de tres días cuyo fin principal era probar la configuración del equipaje y el funcionamiento de las bicicletas; un prólogo, se diría en el mundo del ciclismo. Partimos en dirección occidente hacia el pueblo de Niebla y de ahí al norte por una carretera que bordeaba el Mar Pacífico. Aunque visitar el mar no estaba en los planes iniciales, fue una bonita manera de empezar el viaje y fungió como una forma de encomendarnos con la naturaleza; tocar el mar antes de treparnos a Los Andes.

ChileBikepacking
Chile Bikepacking
ChileBikepacking
ChileBikepacking
ChileBikepacking
ChileBikepacking

Visitamos el Parque Oncol el cual protege una vasta extensión del ecosistema del Bosque Templado Valdiviano (conocido también como selva valdiviana). La entrada al parque costó 10.000 CLP los cuales incluían el derecho a acampar y a transitar por los senderos, pero la presencia de una lluvia copiosa y constante apenas nos dio chance para armar la carpa y guarecernos toda la noche. Al tercer día regresamos a Valdivia sin novedad en el frente y listos para arrancar en busca de la Patagonia.

Bikepacking
Perro Boxer
ChileBikepacking

verde, verde. tenemos bandera verde.

Partimos con la misión de ir en dirección perpendicular a la Cordillera y buscar el cruce a Argentina por el paso de Hua-Hum hacia San Martín de Los Andes. Chile es un país angosto y bastante desarrollado en su zona “céntrica” por lo cual la mayoría de las carreteras son asfaltadas; por esta razón quisimos buscar rápido Argentina donde habíamos previsto un itinerario sobre caminos de tierra. En esta primera sección no encontramos puntos de i-Overlander que indicaran lugares de “wild camping” y los campings organizados quedaban en centros poblados, por lo cual planificamos etapas largas sin mayores chances de cambiar el itinerario.

Chile Bikepacking
Panguipulli
Bikepacking

 

En este periplo cruzamos por inmensas praderas en fase de alistamiento para la siembra y por vistosas parcelas repletas de yuyos que anunciaban con sus colores amarillos la llegada de la primavera. A medida que ascendiamos, los bosques de pino y otras especies maderables se hacían más presentes.

Yuyos Amarillos

Chile es el país de Latinoamérica con mayor cantidad de volcanes; si bien la mayoría se encuentran en las regiones del Bío Bío y la Araucanía, un poco más al norte, tuvimos la suerte de avistar a los majestuosos Rukapillan y El Mocho.

Volcan El Mocho
Volcán El Mocho
Rukapillan
Volcán Rukapillán

Cruzamos el Lago Pirihueico en el primer ferry del día, el cual salió a las 9 de la mañana. Los horarios y frecuencias de este servicio cambian según la temporada por lo cual es recomendable revisar esta información con anterioridad. La frontera se encuentra a unos 15 kilómetros del lago. Luego de realizar los trámites de migración el camino empieza a mostrar sus dificultades. Por un lado la superficie pasa de asfalto a destapado y las pendientes se tornan exigentes y largas. Por otro lado, hay una gran presencia de vehículos, no solo por el cruce con Chile, sino porque el Lago Lacar es muy frecuentado por turistas y locales.

 

Chile Bikepacking

Luego de una etapa muy larga llegamos a San Martín de Los Andes, puerta de oro de la Patagonia argentina. Ese día fue muy especial pues significó nuestro primer cruce de la Cordillera de Los Andes, aún con señales de que el invierno apenas se estaba marchando.

Las sensaciones durante esta primera sección fueron muy satisfactorias pues sentimos que nuestros músculos y pulmones respondieron muy bien a las nuevas condiciones de pedaleo; pilotar bicicletas con carga es toda una novedad tanto en lo físico como en lo técnico. El frío, quizás el elemento más extraño para nuestra condición tropical, nos jugó pasadas extrañas. En varias ocasiones antes de que se ocultara el sol ya estábamos vestidos con todo nuestro arsenal de ropa; emplumados, con la cara tapada y tiritando de frío. En Colombia no tenemos ese tipo de frío, que acecha por todos los rincones, incontrolable, como si fuera líquido.

Chile Bikepacking
Chile Bikepacking
ChileBikepacking

Aunque es muy temprano para decirlo, nos sucedió algo que creemos es lo más importante para un viaje de bicicleta, y en general para planes donde se requiera una honesta complicidad: estábamos conectados. No había pasado que recordar, ni futuro que construir, simplemente estábamos ahí, suspendidos en el presente con una sonrisa inmensa en nuestras caras y siendo felices en el otro. Vivir esa sensación es algo muy especial, es quizás lo más cercano a la verdadera felicidad, es sobre todo una validación cósmica de que nuestro destino está alineado con el universo.

¡Gracias por leer!

Próximamente: El Volcán Lanín.

Mapa y GPX

Recommended Posts

No comment yet, add your voice below!


Add a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *