Mamá Coca norte: La Cordillera Real

Mama Coca Bikepacking Bolivia

Las alturas de bolivia

Después de varios días explorando la región de Los Yungas, rodeados de calor, vegetación exuberante y un aire con mucho más oxígeno, era el momento de regresar a las alturas y reconectar con la ruta de Mamá Coca. Habíamos descansado en la pequeña cabaña que nos ofrecieron los guardaparques al borde de la Laguna Estrellani, así que estábamos llenos de energía; la Cordillera Real nos tenía reservados días inolvidables.

Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia

Retomamos nuestro camino por un sendero de tierra gris en dirección hacia las montañas. Estábamos felices de volver a rodar por las carreteras solitarias y silenciosas de Bolivia.

Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia

Sabíamos que un tramo de la ruta ya no era transitable: la construcción de lagunas artificiales para garantizar el suministro de agua a la población de La Paz había interrumpido el paso. Así que unos kilómetros después de iniciar la jornada, abandonamos el trazado original y descendimos por una pequeña huella. Contábamos con el track que Hana y Mark habían grabado en sentido contrario algunos años atrás, lo que nos permitió avanzar con confianza hasta que reconectamos la ruta original.

Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia

La carretera se fue volviendo cada vez más angosta, y de pronto, el sendero desapareció. Desde este punto, vino lo que sería uno de los momentos más especiales y épicos de Mama Coca norte: remontar el abra por una ladera sumamente empinada. Habíamos leído sobre este tramo de hike-a-bike, pero las descripciones que se hagan de esta sección siempre se quedarán cortas. No quisimos perder tiempo y nos pusimos en la tarea de empujar las bicicletas por entre pastizales y jardines de roca. Detrás nuestro se divisaba el Nevado Illimani: no podíamos evitar sentir nostalgia y alegría al recordar que un par de semanas atrás nos paseábamos por sus campiñas. Nuestro guarismo: tres horas para remontar los 2 kilómetros que nos separaban de la arista.

Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia

Y del otro lado, un mar de rocas inmenso y empinado; un lienzo en blanco, dispuesto para que trazáramos nuestra línea de descenso. Nunca antes nos habíamos encontrado en un escenario así con nuestras bicicletas a cuestas. Afortunadamente, el terreno resultó ser relativamente seguro; las piedras no eran tan grandes por lo que podíamos enterrarnos – y enterrar las bicicletas – con facilidad, lo que nos daba algo de estabilidad. Sabíamos que, en caso de una caída, el mismo terreno nos detendría rápidamente. Bajamos trazando zigzags y oyendo las piedras sonar como pedazos de cristal cayendo al vacío. Está misma sección en sentido contrario – norte a sur – debe ser una tarea colosal.

Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia

Esa tarde llegamos a los refugios al pie del Huayna Potosí (en Aymara “Montaña Jóven”), uno de los picos más icónicos de Bolivia. Con 6.088 metros de altura, es un destino popular tanto para montañistas experimentados como para turistas. En los alrededores de la montaña se han establecido refugios básicos que ofrecen hospedaje, comidas, y el apoyo logístico de porteadores. Allí nos ofrecieron pan y té, y pudimos usar la cocina para preparar nuestra cena y almuerzo del día siguiente. Aunque estábamos en temporada, esa noche el lugar estaba tranquilo; sólo estaban algunos porteadores que se preparaban para ir a recoger un grupo que se encontraba arriba en la montaña.

Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia

Al día siguiente nos levantamos temprano para emprender el camino hacia el pequeño poblado de Tuni. La jornada comenzó con un single track entretenido pero con algunas secciones que requerían mucha precaución. Pronto llegamos a un bosque de grandes rocas desde donde se alzaba el Huayna Potosí. Esta sección podría evitarse tomando la carretera que bordea la Laguna Jankho Khota, pero no nos arrepentimos de nuestra decisión.

Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia

De vuelta en la carretera, iniciamos el ascenso hacia el alto situado a 5.117 msnm. Apenas unos metros más adelante, nos encontramos con un lugareño que nos comentó que parte del terreno que habíamos atravesado ese día era de su propiedad y nos pidió una pequeña contribución. También nos contó que el cruce que hicimos el día anterior era privado y que su propietario solía cobrar tarifas más altas a quienes pasaban por ahí. En conclusión, Mama Coca cruza por algunos terrenos privados donde los dueños están dispuestos a dejar pasar a cambio de algún pago. Esta área es frecuentada por turistas y montañistas; procuremos que nosotros, los ciclistas, dejemos las puertas abiertas

Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia

Al llegar a la cima, se reveló ante nosotros un paisaje imposible de olvidar: una carretera angosta con el imponente Huayna Potosí emergiendo por entre las montañas de arena. La soledad y la inmensidad nos envolvían por completo; no había nada que nos hiciera sentir más felices que estar allí.

Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia

El descenso nos llevó hasta Tuni donde habíamos visto algunos hospedajes comunitarios. Pero ese día, sólo encontramos silencio y algunas llamas que regresaban a sus corrales al final de la tarde. Eran las fiestas en Chunavi, y parecía que todos estaban allá. Esa noche encontramos refugio en la antigua casa de descanso del Presidente de Bolivia, ahora transformada en alojamiento para los trabajadores del Acueducto de La Paz; desde allí, monitorean el estado del agua de la Laguna Tuni, que se extiende justo frente a la casa. Con gran amabilidad, nos ofrecieron unos colchones para dormir bajo techo y nos invitaron a compartir su cena.

Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia

Ese 3 de agosto, amanecimos celebrando el cumpleaños de Jose: un alfajor, desayuno frente a la Laguna Tuni, cielo despejado y mucho amor.

Cordillera Real Bikepacking Bolivia

Antes de partir, conversamos con los empleados del Acueducto sobre el camino hacia el embalse Q’ara Quta. Nos recomendaron tomar una ruta distinta a la original de Mama Coca, que pasaba cerca de la Laguna Juri Khota. A pesar de la curiosidad que este camino nos despertó, y que efectivamente veíamos en los mapas que se adentraba por las altas montañas, nuestra decisión se basó en la prudencia: no llevábamos suficiente comida para afrontar cualquier imprevisto, y optar por la ruta más segura nos pareció lo más sensato. Sin embargo, no podemos evitar preguntarnos cómo será ese otro camino. A juzgar por lo que alcanzamos a ver a lo lejos, quizás es mucho más aventurero. Si alguien se ánima a esta empresa, ¡por favor nos cuentan!

Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia

La mayor parte del camino transcurrió bordeando lagunas y remontando las pequeñas colinas que las separan. Es importante mencionar que este tramo de la ruta ha ido cambiando. Actualmente se está construyendo una nueva represa en uno de los puntos marcados como “agua confiable”, lo que tiene dos implicaciones importantes. La primera: esta sección es cada vez más transitada y por vehículos de gran tamaño; la segunda, y más relevante para quienes recorremos la ruta en bicicleta, el punto de agua ya no existe.

Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia

Hacia el final de la tarde nos desviamos de la carretera destapada y tomamos un delgado sendero por entre un inmenso pastizal. Al otro lado de la montaña: la Laguna Q’ara Quta. Descendimos varios cientos de metros por un single track perfecto, celebrando este día como más nos gusta.

Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia

Cuando llegamos a la Laguna, el sol ya se había ocultado y el frío del invierno nos estaba congelando los huesos. Sabíamos que algunos ciclistas solían acampar en un pequeño refugio comunitario, pero no quisimos quedarnos sin la debida autorización; así que fuimos en busca de los líderes locales quienes vivían unas casas más arriba. Más tarde, un joven del pueblo vio nuestras luces y se acercó. Con la amabilidad que caracteriza a la gente de los Andes, nos confirmó que no había problema en quedarnos allí.

Cordillera Real Bikepacking Bolivia
Cordillera Real Bikepacking Bolivia

Al día siguiente entraba un frente de mal clima. Teníamos planes de cerrar nuestra temporada por la Cordillera Real con el Circuito del Illampu, por lo cuál optamos por descender hacia el Altiplano y hacer una parada estratégica. Durante el día, vimos como las montañas se empezaban a saturar de nubes, lo cual corroboraba que habíamos tomado una buena decisión. Llegamos al pueblo de Achacachi, donde repusimos fuerzas y provisiones para ir a por una de las rutas más duras que hayamos hecho en Bolivia.

¡Gracias por leer!

Cordillera Real Bikepacking Bolivia

Mapa y GPX

Mama Coca sur: La Cordillera Quimsa Cruz

Mama Coca Bolivia Cordillera Real

Bolivia: Oruro – Tablachaca – Cañon del Río La Paz – Nevado Illimani – Abra Pacuani.

el espolón de bolivia

Estuvimos dos semanas en Oruro realizando algunos trabajos remotos que nos aliviaron un poco las finanzas del viaje y que nos obligaron a entretener la cabeza con pensamientos diferentes por unos días. Pero es sabido que luego de un parón tan largo, retomar las jornadas de pedal duele en las piernas, más si en el plan de viaje se dibuja la imponente Cordillera Real de Los Andes.

Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real

Dejamos las comodidades del hostal Backpackers Oruro y tomamos rumbo al norte por una carretera plana y asfaltada hasta el poblado de Caracollo. Pero antes necesitábamos recargar gasolina para la estufa, lo cual es una tarea difícil en las grandes ciudades. En Bolivia el combustible está subsidiado: es necesario presentar un documento de identidad boliviano y cada ciudadano tiene un cupo máximo de litros al mes. Paradójicamente en los pueblos es muy común encontrar venta de gasolina en tiendas y hasta restaurantes, pero se rumora que la rinden con agua y que puede ser de baja calidad. En nuestro caso, necesitamos de poco menos de un litro para 10 días de cocción, pero para muchos viajeros en moto o en campers este asunto es un verdadero dolor de cabeza. Aunque a veces pedimos el favor a algún vecino que esté llenando su carro para que incluya nuestro combustible dentro de su compra, esta vez encontramos una de las pocas estaciones de servicio de venta libre y sin subsidio donde llenamos nuestra botella.

Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real

A la entrada de Caracollo había bloqueos en la carretera por parte de los transportistas quienes exigían la pavimentación de las vías aledañas. El tema de paros de transporte es pan de cada día en Bolivia. Pero, así mismo, no tienen problema con los ciclistas y luego de las preguntas rutinarias – “¿De donde están viniendo?, ¿A donde es el viaje?”- pudimos continuar sin problema.

Revelate Designs
Mama Coca Bolivia Cordillera Real

Al día siguiente tomamos un falso plano en terreno destapado hacia el poblado de Tablachaca donde oficialmente empieza Mamá Coca. Esta ruta fue documentada por nombres pesados en el mundo del ciclismo de aventura: el ecuatoriano Michael Dammer y sus hermanos, quienes además gozan de un gran prestigio en la escena del alpinismo, y Cass Gilbert, un reconocido viajero que exploró los lugares más remotos de América del Sur mucho antes de la popularidad y disponibilidad de los recursos actuales relacionados con el “bikepacking”. Por lo tanto sabíamos que la ruta auguraba una buena dosis de aventura. Desde hacía mucho tiempo soñábamos con intentar este itinerario, pero sabíamos que teníamos que juntar unos buenos pergaminos y galones para ir a por ella. Los detalles de esta ruta se encuentran en BIKEPACKING.COM.

Mama Coca Bolivia Cordillera Real

la cordillera quimsa cruz

Desde Tablachaca empezamos a trepar hacia la Cordillera Quimsa Cruz (Tres Cruces en Aymara) a través de caminos de mineras que explotan las altas montañas. Es una pena infinita estar rodando por encima de los 4.500 metros de altura y ver lagunas color esmeralda que ya se encuentran contaminadas con metales pesados y otros residuos de la minería. Nunca nos imaginamos tener que comprar agua embotellada en pequeños caseríos desde donde se divisan cumbres glaciares. Al final de la tarde coronamos el punto más alto al cual hemos llegado con bicicletas: 5.250 metros. A pesar de nuestra buena aclimatación, meter potencia al pedaleo resultaba difícil y tuvimos que avanzar de a secciones de 30 metros, respirar unas 10 veces, y así sucesivamente. Esa noche acampamos sobre los 4.800 metros de altura en las ruinas de una construcción de piedras que nos protegió del viento.

Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Big Agnes Copper Spur
Mama Coca Bolivia Cordillera Real

Esta sección del viaje la realizamos en pleno cenit del invierno; durante los meses de julio y agosto. Esta es la temporada ideal pues no hay precipitaciones y durante el día el cielo está despejado, pero las noches son largas y con temperaturas bajo cero. Desde Uyuni veníamos preparados con polainas y pantalones de lana, guantes de dedo corto para las tareas de campamento y cobijas de bebé para reforzar la pijama. Como último aderezo, herencia de nuestro ángel Paul, agregamos una dosis importante de aceite de olivas a la cena para que desde adentro el cuerpo se calentara. En definitiva la combinación de todos estos recursos dio resultado pues esa primera noche a 4.800 metros dormimos profundamente.

Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real

Al día siguiente el camino continuó con la orografía típica de Los Andes; remontar altos pasos de montaña y bajar a rodear valles aluviales donde casi siempre hay animales de pastoreo y pequeñas comunidades. Luego de coronar uno de los tantos pasos de montaña, apareció en el horizonte el imponente Nevado Illimani, solo y prominente casi flotando entre una fina capa de nubes. El paisaje me cautivó y capturó mi atención al punto de no fijar los ojos en la carretera y en una curva me fui al piso. Las consecuencias de la caída no fueron graves pero el golpe en la mano derecha y en las costillas fue suficientemente duro como para saber qué necesitaría de unos días de descanso y evaluación. Bajamos muy despacio hasta el poblado de Tiendapata y allí, ya con calma e internet, revisamos los mapas y encontramos un lugar muy promisorio para esta situación: La Cabaña de Don Hans, a unos 10 kilómetros.

Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real

Don Hans Hesse fue un boliviano de ascendencia alemana que durante su juventud viajó a Europa a educarse y aprender sobre las bondades del mundo moderno. A su regreso a Bolivia trajo inversión para desarrollar acueductos y sistemas de cultivo tecnificados. Durante su paso por el viejo continente aprendió del arte de escalar montañas y se aficionó a los deportes de motor. Por ello construyó una cabaña que fungió como un punto de encuentro de escaladores y raidistas de todas partes del mundo. Hoy en día Laura, una de sus hijas, junto a su esposo Pablo, su linda hija Johana y el recién nacido Pablito viven allí y ofrecen servicios de hospedaje y alimentación. Nuestra estadía en la Cabaña coincidió con los planes de Angie y Juan, dos colombianos que han recorrido toda Sudamérica en motocicleta y que también fueron atrapados por la calidez de la Cabaña y llevaban allí casi una semana. Nosotros nos tomamos con calma los días venideros para darle tiempo al cuerpo que se recuperara, tener una mano lastimada no es tan cómodo para pilotar una bicicleta, más aún cuando el terreno es descompuesto y con grandes descensos y subidas empinadas. La mano se hinchó considerablemente durante los primeros días pero fuimos constantes con los analgésicos, las terapias de agua caliente y sobre todo con el mágico remedio que Pablo nos recomendó de alcohol tibio con hojas de coca. Fue muy grato estar allí, no habríamos podido tener mejor suerte de encontrar un lugar cómodo y con gente amable con quienes estrechamos un lazo de amistad y cariño. Luego de una semana pudimos continuar con la ruta.

Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real

el cañón del río la paz

Retomamos el viaje con destino al Cañón del Río La Paz, un boquerón de más de tres mil metros de desnivel de paisajes secos y rojizos. El descenso en sí mismo ya era una aventura, pues la estrecha carretera estaba trazada sobre una empinada ladera y con un sinnúmero de curvas en herradura. Pero además, ese día había una celebración abajo en el río lo cual indujo una cantidad de vehículos que bajaban a toda velocidad y cuyos ocupantes estaban presuntamente alicorados, al menos eso demostraban con su insensata velocidad y con los gestos de enseñar las botellas por la ventana. Así que con los seis sentidos alerta encaramos la bajada y ante cualquier sonido de un motor nos hacíamos a un lado del camino.

Mama Coca Bolivia Cordillera Real

Desde el Río La Paz empezamos a remontar el cañón hasta las fauces del Nevado Illampu, tarea que nos llevaría 3 días. En la tarde llegamos al poblado de Cotaña, el cual se encontraba en festividades y por lo tanto todos los hospedajes estaban llenos. Auscultamos las goteras del pueblo buscando un lugar para acampar, pero todo estaba cercado y además era empinado. Una señora nos observó y nos preguntó qué buscábamos, le contamos de nuestra vicisitud y nos ofreció poner la carpa junto a su ranchito.

Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real

Doña Julia es una señora sumamente humilde y por lo poco que nos comentó, solitaria. Esa noche nos invitó a su casa, nos sirvió un té, nos ofreció hojas de coca para mascar y se prendió un cigarrillo. Ella lideró la conversación y nos sorprendió con sus reflexiones sobre la humanidad “todos somos hermanos; africano, americano, boliviano, negro, blanco, todos somos la misma cosa” repitió varias veces. A la mañana siguiente, sin ninguna comitiva ni fanfarria, Doña Julia celebraba 70 vueltas al sol; no nos cansamos de felicitarla y agradecerle por su hospitalidad y buen trato. “Exagerar es una forma de admirar cortésmente” dijo Roberto Bolaño.

Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real

Al cabo de una etapa corta pero con mucho desnivel llegamos a Caylloma. En la plaza había varios vecinos vendiendo vegetales y frutas y luego de las preguntas habituales – “¿De dónde están viniendo?, ¿A donde es el viaje?”- nos dieron una cordial bienvenida al pueblo y nos indicaron un edificio de la comunidad donde podíamos pasar la noche.

Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real

Al día siguiente la carretera se convirtió en un sendero solitario y muy empinado de pasto y rocas. Luego de coronar el alto, el camino se puso aún más emocionante a lo largo de una repisa muy delgada sobre la falda de la montaña. Del nevado bajan varios cauces de agua que atraviesan la carretera y dada la época invernal y la prevalencia de sombra en ese sector, había varias secciones congeladas. En una de ellas nos encontramos con 10 metros de hielo macizo por dónde fue muy peligroso cruzar; la fricción de los zapatos y ruedas de caucho era nula sobre el hielo y cualquier resbalón habría terminado en un abismo.

Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real

illimani "por donde nace el sol"

Al final de la tarde llegamos a uno de los campamentos base del Illimani. La vista de la montaña era magnífica y en la pradera sobraban lugares para poner la carpa. Cuando ya el sol se ocultaba pasó un joven en una motocicleta por el campamento, le hicimos llamado de luces con las linternas para preguntarle si estaba bien acampar ahí. Juan Chura, guía de montaña de la Cordillera Real y quien a la postre se convertirá en un amigo, nos dijo que en ese lugar era muy común que durante la temporada de escalada subieran maleantes a mitad de la noche a robar. Así las cosas, desarmamos campamento y descendimos unos 3 kilómetros en la oscuridad hasta la casa de Juan donde pudimos pasar una noche tranquila.

Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real

Nos levantamos muy temprano para incomodar lo menos posible a Juan y su familia, además salir de allí implicaba unos 300 metros de escalada y por delante ya teníamos una etapa dura. La ruta tomó un desvío por una serie de senderos y caminos en mal estado muy empinados y emocionantes. A la hora del almuerzo estábamos agotados y la sazón de la pasta cocinada la noche anterior y carente de queso rayado no ayudaba al apetito. Para mitigar la ausencia de sabor, exageramos con el aceite de oliva; sin haberlo calculado eso nos dio una dosis de energía intravenosa y cogimos a tope lo que nos quedaba de subida. En el alto tuvimos vistas magnificentes de la cara norte del Illimani y aprovechamos para sacar unas fotos y disfrutar del momento.

Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real
Mama Coca Bolivia Cordillera Real

En nuestros planes de viaje teníamos para ese día coronar el Abra Pacuany, a 4.600 metros de altura, y desviarnos de Mamá Coca para virar hacia el oriente y descolgarnos en franco descenso hacia Los Yungas; el piedemonte que se tiende entre la selva y la Cordillera. Un cambio radical de paisaje y ambiente se veía en el horizonte.

¡Gracias por leer!

Mapa y GPX

Mama Coca Bolivia Cordillera Real